La banda municipal. Con más de un siglo de existencia con la asistencia de 21 de sus 30 músicos, el domingo 31 de agosto del 2015, sacan las raíces del folclor y la cultura, cuyas bondades se manifiestan en el tongoneo de los niños y niñas menores de dos años y el apacible zapateo de la realidad sexalescente, como yo.
El escenario, es lo que nos queda, de aquella glorieta donada por Luis E. del Monte, en 1927 sin luz que impiden leer las partituras musicales. Aquellos hombres maltrechos, gastados por el tiempo siembran alegría y cultura.
El gran esfuerzo que realizan los músicos sin uniformes apropiados, sin luz, sin el apoyo del pueblo, yo le aplaudo, se lo traga la campana, aun así dan su satisfacción alegre. Lo más grave, que los salarios mensuales de estos artistas van desde 1,600 pesos hasta 2,000 pesos y 4,000 pesos que gana el maestro José Mercedes Gómez.
En abundancia tienen su motivación y su espíritu, materialmente le falta de todo, desde las carpetas, uniformes, instrumentos, la percusión, los redoblantes, el drum, están inservibles.
De nosotros depende que las autoridades atiendan a esta gran banda municipal, no podrá dar los conciertos los días de sol, porque hasta las sombras se llevaron del parque. Esperamos que las autoridades le brinden solemnidad merecida. Me decía Tavito, yo quiero que me ayudes y le sigo ayudando con estas sugerencias.
Todos asistamos a retretas dominicales, a las 7 de la noche en el parque Central, esperamos que el síndico le aumente los salarios, supla los instrumentos y programe conciertos barriales cada jueves en los parques de la ciudad.
Gracias
David Vólquez Román
04-09-2015
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