POR JOSE ANTONIO MATOS PEÑA.
En la tarde de ayer se empezó a dar un acontecimiento del que fuimos informados como revelación del momento, hacen algunos meses. Se trata de la versión salida de un ingeniero amigo que recibió una información que le indicaba que Junior Santos había sufrido un percance en su salud al recibir de voz de Miguel Vargas Maldonado la solicitud de que renuncie a la secretaría general del PRD para darle paso a Tony Peña Guaba.
Mi reacción de inmediato fue de incredulidad por dos razones fundamentales que le argüí, una, la de que Junior Santos se veía muy apegado a ese cargo y el hecho de haber sido el incúmbete puesto en el momento crucial de la crisis y despojo del cargo mismo, fue electo aunque por una cómica convención, pero electo al fin.
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La otra razón era que Tony Peña no iba a dejar la posición dirigencial del PRM y la convergencia, además de su sólida posición de coordinador de Luis Abinader, el cual a mi humilde entender le atribuyo la posibilidad de ser dueño absoluto de la mitad de gobierno próximo y muy posible presidente en las siguientes elecciones.
La renuncia inusitada de Tony Peña Guaba el pasado viernes, de su membresía como perremeísta y de hecho de la condición de segundo hombre al mando en el equipo de Luis Abinader, parecieron ser señales de la posible veracidad del amigo ingeniero que hizo el pronóstico antes dicho, llegando a mi memoria los términos un tanto derrotistas ó desesperados del discurso de Tony en Neiba algunos meses más atrás, en presencia de Chu Vásquez, Geanilda Vásquez, Héctor Guzmán, otros dirigentes nacionales más y militantes de la provincia Bahoruco.
Lo de esta tarde queda como posible profecía, por tanto hay que esperar sus acontecimientos para darle la razón al ingeniero amigo, ó parte de ella, ya que una buena parte se ha cumplido, ¡Ya Veremos!
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