POR JOSE ANTONIO MATOS PEÑA.
Es la figura comparativa que logramos equipara con la salida lograda ayer en favor de magistrado José Manuel Hernández Peguero, al lograr una conciliación entre las partes, es decir, entre José Ml. Hernández Peguero y el general retirado Rafael Percival Pérez, dándole salida de la irregular prisión del último y un pacto de detención de cualquier acción de las partes en el caso.
Decimos que el ex fiscal del distrito y miembro, hasta prueba en contrario, del comité central del PLD se salió de una bronca gorda, dicho en argot Neibero, porque resulta que las versiones del caso y del apresamiento de Percival fue un exceso del juez del tribunal superior electoral, quien no ha facilitado las imágenes del altercado escenificado entre ellos, según Percival, en un centro comercial, de lo cual solo este último ha insistido en el esclarecimiento público y el aireamiento del video de cara a la opinión pública nacional. Solamente ocultan los malos hechos quien los cometen, ¡lógica sencilla!.
Decimos que el ex fiscal del distrito y miembro, hasta prueba en contrario, del comité central del PLD se salió de una bronca gorda, dicho en argot Neibero, porque resulta que las versiones del caso y del apresamiento de Percival fue un exceso del juez del tribunal superior electoral, quien no ha facilitado las imágenes del altercado escenificado entre ellos, según Percival, en un centro comercial, de lo cual solo este último ha insistido en el esclarecimiento público y el aireamiento del video de cara a la opinión pública nacional. Solamente ocultan los malos hechos quien los cometen, ¡lógica sencilla!.
Quienes lograron la conciliación de esas dos figuras, que vale decir a esas dos familias, en principio hicieron un bien en lo humano, habidas cuentas de que en lo inmediato llevaron la tranquilidad a varias familias dominicanas.
A corto y mediano plazo, el proceso que empezó como el pleito del huevo y la piedra, pasaría a invertir los papeles convirtiéndose Percival en la piedra y José Hernández Peguero en el huevo, cuando al transcurrir el tiempo y la pesada carga de un preso político empiece a irradiar descréditos, no solo contra el juez en litigio y el evidente mal uso de su poder, sino contra un grupo político y económico encabezado por Leonel Fernández, el partido de la liberación dominicana y su propósito continuista rumbo al 2016.
Este litigio, de haberse mantenido, con el rigor que demanda de estoicismo cuando se cae en las ergástulas, como pudo suceder, pudo convertirse en una especie de aplicación de Carburo a un banano, que acelera su maduración. El proceso electoral que se avecina no pinta nada bueno con la administración electoral, política y judicial actual, y cuando la oposición se formule electoralmente, veremos los resultados, nadie en su sano juicio aceptará unas elecciones en esas circunstancias, porque “el pandero electoral ¡no está en buenas manos”…
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