Esta era una vez...

NEIBA PROVINCIA BAHORUCO, REPUBLICA DOMINICANA.

20DE ENERO 2016.

POR JOSE ANTONIO MATOS PEÑA.

Con el término unido, junto en palabras, se expresaban personas mayores de edad en nuestra sociedad, mediante el crecimiento y desenvolvimiento social, hablamos de nuestros campos y poblaciones, al ritmo de, “Esteraunavez”, arrancaba la fábula oída a otros o parte de su inventiva y narrativa, con lo que pretendían y lograban la entretención de todos y el susto de muchos.

 Son muchos los traumas síquicos creados en jóvenes y adultos, con el famoso Cuco, creado para dormir o para persuadir a niños y niñas en el sentido de que se acuesten, se duerman o desistan de algunas salidas o caminatas, también la fértil imaginación llevaba de boca en boca las anécdotas de tres figuras con diversas peculiaridades, cual los tres chiflados del cine, se trata de los eminentes personajes llamados Buquí, Malí y Pitì, el primero, coincidencialmente o no, salido de la onomatopeya o de etimología, coincide con sus hábitos, Buquí un comilón, Malí un Malicioso y haragán y Pitì, cándido y estúpido a punto tal, que en un pasaje de esos cuentos, Buquí le dice, “tráete la puerta”, en significación de que al salir, cierre la puerta, el condenado hombre, descubren los dos acompañantes, kilómetros más adelante, que llevaba la puerta al hombro.

El imaginario popular a niveles más altos y políticos, no ha dejado de tener su folklor, como Coride aspirando a síndico montado en su Burrito y atollado en su cabeza, un sobrero de auténtico agricultor dominicano, el profesor Juan Bosch con una expresión sencilla y llana en sus alocuciones, con cuentos entremetidos en sus piezas, como la carrera del Bizco con el toro, que al ver dos puertas y elegir la falsa fue atropellado por el persecutor. 

Ahora las encuestas, usadas en ocasiones, intrapartidariamente, para escamotear derechos adquiridos por compañeritos, les enseñan los cucos de las encuestas, Mostrencas y orejanas como decimos en buen dominicano, o uno que otro turquito, una verdadera calamidad social, que crea traumas incurables en la confianza de la sociedad, las encuestas, o el Cuco que crean con ellas, se ha estado usando como elemento de construcción de percepción en términos nacionales, que va, lógicamente, pasando de moda y credibilidad, como el Cuco de la niñez, ya no va asustando a nadie, la tecnología, redes sociales y los medios de comunicación, sumados ya, a los más de cinco mil millones de celulares que tiene el mundo, llegando a punto tal, de uno por ciudadano del mundo, todo esto ha hecho que ni el cuco o instrumento de terror, que se ve a diario en series de televisión y películas, como también, las encuestadoras y sus mecanismos son descifrados de inmediato en los más recónditos grupos y figuras sociales, el pueblo, en sentido general, hacen a diario las evaluaciones que pretenden los más sabiondos inocularle, en conclusión esos cucos (trucos) están pasando de moda y actualidad, no nos perdamos en eso.

Resta recordar, como en ocasiones decían los narradores de cuentos, cuando se les acababa los argumentos decían, “Esteruna vez, que el que no pone azúcar, no bebe café”, recordamos de nuestra niñez…