¡Estado dominicano, atienda ya nuestra frontera terrestre!...

NEIBA PROVINCIA BAHORUCO, REPUBLICA DOMNICAN.
14 DE DICIEMBRE 2015.

POR JOSE ANTONIO MATOS PEÑA.
En nuestros recorridos por los alrededores de los lagos Enriquillo y Azuei, hemos sido testigos presenciales de los esfuerzos ingentes algunos técnicos provinciales, específicamente de la provincia independencia, en materia de control de la desforestación, y cuido en general, recordamos los esfuerzos del eminente guía turístico Benito Naut, separado del oficio erróneamente, pocos éstos y su personal de apoyo, insuficientes, mejor dicho, ínfimos en número, recursos y medio de desplazamiento y carentes totalmente de una política general de estado, para brindar protección al recurso vegetal indispensable a la vida, el bosque.

Se trata en esta ocasión y circunstancia de depredaciones en los derredores del lago Enriquillo en su parte suroeste, específicamente en el extinto poblado “Arroyo Blanco”, donde se tala, quema carbón y se transporta por camiones hacia Haití, de acuerdo a nuestras fuentes. De igual manera similar, sin camión, pero peores consecuencias, ocurre en esa importante franja orográfica correspondiente a la sierra de Bahoruco, en el tramo comprendido desde “La Florida” a la llamada “Puerta de Jimanì”.

Los sectores territoriales que comprenden la alta deforestación acometidas por nacionales Haitianos que entran a nuestro territorio,  quemando madera para carbón de alta calidad por ser de mayor poder calorífico, más atractivo y precio en aquel país, de donde se exporta en su mayoría, son: El Mortero, la Boca del Río Viejo, la Guácima, Caneco, la zona de la bomba cinco y otros, todos muy cercanos a la línea fronteriza, hablamos de la parte sur de la comunidad de el Limón, provincia Independencia.

Los nacionales Haitianos, de acuerdo a nuestras indagaciones, provienen (bajan) de, Tuamà, Bambú, Fogueet, Gromà, Tefuet, y los árboles preferidos por ellos, por la gran calidad del carbón, son el Guayacán Norma`, que es de seca, El guayacanejo, que es un guayacán de mayor crecimiento y de mayor humedad, Guaconejo y Palos amargos (piñipiñì). Esto no implica que solo se depreden estos árboles, con fines de quema, en fotos que nos gustaría sean publicadas adjuntas a estas letras, se observan cortes diferentes de maderas.

Nuestro lente de cámara tuvo la oportunidad de alcanzar, el pasado martes 8-12-2015 a miembros del ejército nacional en labor de destrucción de hornos, madera y carbón producido. Nos enteramos, por parte de fuentes del departamento medioambiental, que estos militares son activos colaboradores contra esta práctica, pero de manera deficitaria, en número, recursos y monturas, dándole espacio solo para socorrer a la naturaleza en contados y limitados lugares cuando está consumado el ecocidio. Nos enteramos, con soldados de la zona, que el general del ejército, comandante de la quinta Brigada, de apellido Medina Méndez, arenga y alienta frecuentemente a sus subalternos para que persigan y eviten este delito, pero de qué vale?, si las fuerzas no dan, las monturas no existen, y el apoyo logístico y la gran responsabilidad de estado no le llega a la deprimida zona. Con anterioridad había en la zona alta de referencia, una guardia permanente de medio ambiente ò foresta, con su punto de vigilancia fijo y de estar, qué pasó??, pasó a la historia ya.

Hasta hacen algunos meses, probablemente un año, en el lugar llamado “Camino Misión el Pie” que queda en la misma frontera, pero nuestra, existía una especie de edén, poblado de mangos y aguacates, ya no existe, fueron quemados para carbón.

Hemos empezado este relato, tratando de hacer justicia con el personal humano que hemos encontrado en todo este recorrido y los anteriores, con sorpresa para nosotros, al ver el amor patrio, el estado de consciencia de la mayoría de ellos, y, conocedores de la idiosincrasia dominicana, tratamos de que no se vaya a romper la soga por lo más delgado, como generalmente ocurre, con consecuentes sustituciones de carácter politiqueros y consecuencialmente peores. La carencia, es de falta de responsabilidad de estado, de políticas medioambientales y de dedicación de recursos a esta área neurálgica. Hay que saber, que la geografía de la provincia Independencia, con forma de J, contentiva de cerca del 75% del lago Enriquillo y buena porción de montañas de la sierra de Bahoruco, pero también de la sierra de Neiba, con una extensión territorial de 2,006.44 kilómetros cuadrados, con franja fronteriza neurálgica con un país devastado, merece otra atención y políticas, que eviten que la patria se consuma y queme por su conducto.