NEIBA PROVINCIA BAHORUCO, REPUBLICA DOMINICANA.
25 DE FEBRERO 2015.
POR JOSE ANTONIO MATOS PEÑA.
Lo manejos políticos y sociales del ingeniero Miguel Vargas no tienen explicación lógica en los anales de la política universal, si hurgamos entre los que se han manejado en el medio pseudo-democrático.
En primer lugar, escogido por un puñado de perredeístas, entre los que se encuentra arrepentidamente el autor de estas letras, de un perfil más empresarial que político, dado la crisis de credibilidad en los últimos y la falta de propuestas, muchos auto cesanteados en esos tiempos, fue llevado a una preferencia que rondó internamente los 96%, ha sido autor de un despeñadero perredeísta, del cual se habla en los momentos de menos de un 4% de aceptación.
El vía crucis político empieza en el 2008 cuando la falta de sagacidad política en el arte de la búsqueda de acciones y actores políticos en medio de un proceso electoral plagado por derroche de dineros de todo origen, según trasciende ahora, y el craso error que constituyó la eliminación de los comités de base perredeístas, más el yerro cometido con los fondos económicos, que en vez de invertirlos en los cuadros y defensores del boto, lo hizo en deslumbrante publicidad que lo que venía a ser era competir desigualmente con el diezmado León de hoy.
Posteriormente le han seguido a la secuela de consecuencias y hechos la publicación de un crédito por unos 15 millones de dólares obtenido por parte de miguel del gobierno y partido archienemigos suyo y de su partido en momentos electorales de enfrentamientos capitales.
La vergüenza judicial asestada por el doctor Guido Gómez Mazara cuando en defensa suya y de sus conmilitones ha llevado nuestros reclamos a prácticamente las últimas consecuencias legales, sin ningún resultado legal pero con una enorme carga de desmoralización política de su contraparte, aderezado todo por el manejo torpe y abusivo dados a Guido su madre y varios importantes dirigentes más impedidos de ejercer el sufragio en la mal hadada convención y a punto de quitarle la vida, como nos confesara doña Carmen Mazara, textualmente: “Yo creía que no íbamos a salir vivos”.
En conclusión, usando un lenguaje comparativo podemos afirmar que si lo figuramos como un carro, podríamos decir que en cuanto a su valor, “no resiste más choques”.
Los seguidores que les quedan al PRD entrampados en la confusión, deben despertar de ese letargo y cerrar filas en el PRM, ya que la carga se compone en el camino, y… “es mejor tarde que nunca”.
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