POR JOSE ANTONIO MATOS PEÑA.
Es la lectura que damos a todo el concierto de reclamos, críticas y resultados de la disposición del presidente Danilo medina en los inicios de su gestión el año 2012, en el sentido de llevar a subastas las importaciones de productos del consumo básico de la población, que se supone, no son cubiertos por la producción nacional, por razones de posibilidad, cuestiones de clima o ciclo de producción.
Resulta que en lo anterior, con la importación a la libre se daba el egotismo, monopolización y ley del más fuerte, en ese esquema, se proporcionaba el hecho de que al ser abierto, entre los importadores se podía dar la competencia por el negocio, por la oferta del producto, y ahí se daba el doloroso espectáculos de la especulación por monopolio en la capacidad de oferta, pero también quedaba la oportunidad para la población, de que ellos no se pongan de acuerdo, se dé una sobre oferta y bajen los costos del consumidor final, nada bueno para la nación.
Acto seguido llega la torpeza, cuando el gobierno decide pensar como los que combate con estas subastas, implantando un régimen impositivo que garantiza un alto precio del rubro en cuestión, traspasando el monto especulativo a las arcas nacionales, dañando de igual manera o mayor al pueblo consumidor, estas subastas terminan siendo un tope fatal en el rejuego de precios al consumidor.
La población solamente alcanzará su condición de nación en vía de desarrollo, en la medida de que estas importaciones se minimicen al lograr niveles de producción nacional, para ello el estado dominicano debe abocarse desde ya a políticas de inversión y apoyo a la producción nacional con ribetes de sinceridad y envergadura, tiene que irse a la médula del campo, en apoyo al productor tradicional, que es el que ha demostrado vocación y permanencia en el campo, debe emplearse de otro modo al través de instituciones como agricultura.
La población solamente alcanzará su condición de nación en vía de desarrollo, en la medida de que estas importaciones se minimicen al lograr niveles de producción nacional, para ello el estado dominicano debe abocarse desde ya a políticas de inversión y apoyo a la producción nacional con ribetes de sinceridad y envergadura, tiene que irse a la médula del campo, en apoyo al productor tradicional, que es el que ha demostrado vocación y permanencia en el campo, debe emplearse de otro modo al través de instituciones como agricultura.
El INDRHI, evitando lo que pasa en la actualidad, que los sistemas de riego y de bombeos llegaron al colapso por falta de atención e inversión, sin esto, entre otros detalles más, no superaremos el estadio de las subastas para importaciones, todo lo contrario, el estadio a buscar es el de verdaderos exportadores, y lo básico lo poseemos.
Da pena que Osmar Benítez pueda anunciar que en lo que va de año el estado ha percibido mil millones de pesos por ese concepto, vanagloriándose de que eso antes se quedaba en el importador, y… la pregunta, ¿de costillas de quien salen esos fondos?, ¿en que se está gastando ese caudal inmenso de dinero?, oh, cual es la calidad de su consumo…
El impuesto de cincuenta y cinco pesos con cincuenta centavos a la libra de cebolla importado y el de treinta y un pesos al ajo, por ejemplos, es una exageración que solamente es entendible si estos fondos se especializaran directamente al sector del rubro correspondiente, con lo cual el sector de referencia crezca y desarrolle su producción y calidad, eliminando o diezmando la necesidad de importación, y de hacerse, de seguro conseguiría en tiempos futuros cercanos revertir los efectos.
Da pena que Osmar Benítez pueda anunciar que en lo que va de año el estado ha percibido mil millones de pesos por ese concepto, vanagloriándose de que eso antes se quedaba en el importador, y… la pregunta, ¿de costillas de quien salen esos fondos?, ¿en que se está gastando ese caudal inmenso de dinero?, oh, cual es la calidad de su consumo…
El impuesto de cincuenta y cinco pesos con cincuenta centavos a la libra de cebolla importado y el de treinta y un pesos al ajo, por ejemplos, es una exageración que solamente es entendible si estos fondos se especializaran directamente al sector del rubro correspondiente, con lo cual el sector de referencia crezca y desarrolle su producción y calidad, eliminando o diezmando la necesidad de importación, y de hacerse, de seguro conseguiría en tiempos futuros cercanos revertir los efectos.
No comments:
Post a Comment