NEIBA PROVINCIA BAHORUCO, REPUBLICA DOMINICANA.
29 DE JULIO 2015.
POR JOSE ANTONIO MATOS PEÑA.
Escuchamos detenidamente anoche los planteamientos de la maestra Licenciada Rosario Espinal en el marco de desarrollo del programa de la z101 denominado “gobierno de la noche”, con la presencia importantísima de Rafael Tavera, además de los demás brillantes panelista. Me sorprendió la naturalidad con que la distinguida dama acepta pura y simplemente los numeritos astronómicos con que se adjetiva la figura presidencial de Danilo Medina y su condición política actual, eliminando fronteras entre el presidente de la república y el candidato presidencial, donde sí hay frontera.
Una cosa es el Danilo Medina enfrentado a Leonel Fernández y su cúpula política y otra es el Danilo Medina Candidato presidencial cargando con la secuela de problemas nacionales insolutos y el cuadro de candidatos insertados en su entorno por el acuerdo forzoso asumido por él y su archí competencia interna, doctor Leonel Fernández.
La valoración, que pudiera ser muy cierta, en el sentido de aceptación de Danilo Medina no es más que un acto reflejo en la mente del cuestionado, entre la figura y accionar del doctor Leonel Fernández y su pasada administración, y la figura frugal, callada y afable de un Danilo Medina que juega a lo contrario en cuanto a forma de su antecesor, pero tampoco haciendo nada o poca cosa como gobierno, aunque sí llegando a las citas 15 minutos antes a diferencia del anterior que llegaba dos horas más tarde.
Abogada Rosario Espinal
La valoración, que pudiera ser muy cierta, en el sentido de aceptación de Danilo Medina no es más que un acto reflejo en la mente del cuestionado, entre la figura y accionar del doctor Leonel Fernández y su pasada administración, y la figura frugal, callada y afable de un Danilo Medina que juega a lo contrario en cuanto a forma de su antecesor, pero tampoco haciendo nada o poca cosa como gobierno, aunque sí llegando a las citas 15 minutos antes a diferencia del anterior que llegaba dos horas más tarde.
El escenario a medir para hacer predicciones objetivas es otro, es el que vea las ofertas y acciones electorales de un Luis Abinader encabezando una boleta electoral nacional que prometa por su calidad el cambio de una serie de parámetros de vida institucional y social versus la oferta de un presidente candidato que por más esfuerzos que haga no puede ofrecer más que más de lo mismo, plagado además por un cuadro congresual responsable de un congreso que no ha sido responsable, a pesar de que fue bautizado como el “congreso para el progreso”
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