Tuesday, February 16, 2016

Francis Caamaño en mis recuerdos…


NEIBA PROVINCIA BAHORUCO, REPUBLICA DOMINICANA.
16 DE FEBRERO 2016.

POR JOSE ANTONIO MATOS PEÑA.

Fue un día como hoy, pero del año 1973, exactamente hacen ya 43 años, cuando un gobierno ilegalmente constituido, el de el doctor Joaquìn Balaguer, “lacayo”, sacó de la existencia a uno de los mayores activos patrios con que ha contado nuestra patria, se trata del coronel Francisco Alberto Caamaño Deñó, ex presidente constitucional de la república en armas, quien llegara a su país el 3 de febrero de ese año, bajo los aprestos de un desembarco guerrillero, rompiendo un exilio, que iniciara como diplomático militar y terminara en la clandestinidad forzosa, ya que evidentes eran las muestras de que el imperio del norte se lo quisiera llevar en sus garras.


Efectivamente, con la frase atribuida al doctor Balaguer, que rezaba, “en nuestro país no hay cárcel para un preso de ese tamaño”, dictó sentencia de muerte contra el eminente ciudadano, lo cual era un encargo imperial, que sometido físicamente y herido, que en vez de recibir el auxilio médico y los tratos protocolares, fue ejecutado cobardemente, sin que eso mancille su honor y hombría, al exclamar a todo pulmón, un “viva la patria”.


Desde la televisora oficial en momentos tardíos y de gran hipocresía el doctor Balaguer hizo aparición relatando detalles y ocultando verdades sobre el desembarco guerrillero, recordamos que dijo el nombre de los integrantes, los cuales vinieron según sus palabras, bajo el propósito de la llamada “operación águila feliz”, consistente en el propósito de quitar la vida al presidente de la república.

Recuerdo como ahora ese infausto suceso, cuya noticia fue difundida controladamente por el gobierno dictatorial del momento y llegada a mí en las ergástulas de la policía nacional de Neiba, hecho preso a raíz del conocimiento del desembarco guerrillero, con apenas 19 años y seis meses de edad, al ser solidarios desde las protestas en el liceo secundario Manuel de Jesús Galván y nuestra condición de hijo del dirigente opositor máximo de la provincia y probablemente de la región, nuestro padre Néstor Matos, preso en otros momentos del arribo guerrillero en la misma celda.

Recuerdo a Caamaño de las alocuciones del profesor Juan Bosch y los honores rendidos por éste, hasta en las conformaciones de organismos sectoriales políticos, recordamos a Francis Caamaño en voz de Peña Gómez y demás dirigentes de la democracia, recuerdo a Caamaño cuando en mitin concentración de la fortaleza Ozama a finales del conflicto bélico del 1965, cuando mi padre, a la sazón senador constitucionalista, me llevó, yo con apenas 11 años y unos seis meses de edad, recuerdo a Caamaño con sombrero ala ancha de color amarillo y traje de caquis cuando hacia vibrar de entusiasmo a los presentes, para mi muchas gentes, con su enérgico discurso.

Recuerdo a Caamaño con el mejor de los recuerdos, recuerdo a Caamaño como un gran padre de la patria…

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